El pasado día 6 de Marzo estuve charlando en directo con Ángela Pascual – fisioterapeuta pediátrica especializada en respiración – sobre un tema súper importante del que llevaba tiempo queriendo hablar: los mocos. Sí, los mocos. Como lo oyes.
Antes de ser madre no le prestaba demasiada atención al tema de los mocos y a qué nos quieren decir cuando están ahí pero, cuando tuve a Telma, me di cuenta de lo importantísimos que son y lo aún más importante que es para la salud de tu bebé que sepas cómo gestionarlos.
En nuestra charla en directo hablamos de cosas tan útiles que he creído necesario resumirlo todo en este journal y dejar esta información al alcance de todes así que, ¡Allá voy!
El punto de partida de todo es la importancia de la respiración nasal. Los seres humanos estamos diseñados para que nuestra forma óptima y saludable de respirar sea esa pero la realidad es que se nos van poniendo obstáculos en el camino (como los mocos u otras aflicciones) y terminamos convirtiendo en hábito el respirar por la boca en vez de por la nariz.
Sin embargo, la respiración nasal no es mejor porque sí. Tiene numerosos beneficios a nivel inmunológico, físico y postural y por eso es prioritario que, en la medida de lo posible, le facilites el camino a tu bebé para que tenga la mejor respiración nasal posible. Y esto significa lidiar con los mocos.
¿Qué son los mocos?
Por tonta que parezca la pregunta, es posible que no sepas exactamente lo que son y para qué sirven los mocos. Como otras muchas sustancias de tu cuerpo, los mocos son la sustancia que nutre nuestras mucosas y tienen una función principalmente inmunológica. Es una sustancia amiga y una forma más que tiene el cuerpo de decirnos cómo está.
En el caso de los mocos de la nariz, son mocos que responden a lo que está pasando en el exterior y según su color y densidad, nos indica una cosa u otra. Podría decirse, a modo de súper resumen, que el moco responde a dos causas principales: virus y alergias.
Como ya sabrás, los bebés (y los niños en general) están en constante trabajo inmunológico y por lo tanto es normal que, de base, tengan más mocos que los adultos. Estos mocos, además, sufren su propia evolución según el momento y fase de ese trabajo inmunológico que está haciendo tu bebé y es normal que empiecen siendo mocos más transparentes y acuosos y terminen evolucionando en unos más densos y verdes.
Lavados nasales en bebés
Una forma de facilitar que tu bebé respire mejor es con los lavados nasales con suero. Lo más importante es siempre el bienestar del bebé y por eso, si ves que tener mocos le entorpece y le genera dificultades para comer y dormir, es el momento de hacer un lavado.
Qué tipo de lavado nasal hacer a bebés entre 0 y 6 meses:
- Para mocos secos: Este lavado prioriza la hidratación más que el arrastre de moco en sí y es perfecto cuando tu bebé tiene mocos secos. Lo puedes hacer con un spray nasal suave indicado para bebés.
- Para mocos más densos: Este lavado prioriza sobre todo el arrastre de esos mocos más espesos que están muy atrás. La forma ideal de hacerlo es con una jeringuilla y un dispositivo nasal como el de Aluneb.
La postura más segura para hacer cualquier tipo de lavado es con el bebé sentado en nuestro regazo, mirando hacia el frente, con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo para proteger el tímpano y la boquita un poco abierta.
En cuanto a la frecuencia, a partir de los 6 meses (o cuando empiecen a ir a la guardería), es recomendable hacer 1 lavado al día a modo de prevención.
Si puntualmente tu bebé tiene mucho moco, más denso, y está atravesando una fase gripal, es recomendable que hagas 2 lavados al día. El momento del día en el que hacerlos también es importante y, dado que el bebé tiene que hacer una gestión del moco tras el lavado, es recomendable que se lo hagas, al menos, media hora antes de dormir e idealmente 1 hora antes por lo menos.
Un indicativo de que has hecho bien el lavado y de que ha sido eficaz es ver que hay más respiración nasal que oral y mayor despeje en general. Para esto también es importante fijarse en cómo está la boca de tu bebé cuando está en reposo. Si está cerrada y no necesita abrirla para respirar es que los lavados están funcionando.
Qué tipo de suero usar según el moco de tu bebé
Los lavados se hacen principalmente con sueros pero no todos son iguales ni sirven para todas las circunstancias. La tonicidad del suero la marca su contenido en sales y puede ser mayor o menor. En este caso puedes hacer un lavado nasal isotónico o un lavado nasal hipertónico.
- Un suero isotónico al 0.9% es, por así decirlo, un suero normal, de uso diario, perfecto para los mocos secos del bebé.
- Un suero hipertónico al 3% tiene un mayor contenido en sales y suele incluir además ácido hialurónico. Está indicado para esas ocasiones en las que el moco del bebé es más denso y es necesario arrastrar e hidratar más. Este tipo de suero es para un uso puntual.
Cuándo acudir a un médico especializado
Una pregunta importante que surgió en el directo fue ésta y la respuesta de Ángela me pareció perfecta: cuando tu instinto de madre se active. Si aún no has tenido tu bebé igual esta respuesta de asusta porque no has llegado a sentir lo que es pero, seguro, has sentido la llamada de la intuición en otras circunstancias de la vida. Este instinto es un poco parecido.
Ángela, además, recomendó acudir al médico cuando haya mucha, mucha congestión e incluso la expulsión de moco sea también por los ojos, por ejemplo. También es importante prestarle atención a la tos pues, según sea, nos indica cómo está el pecho del bebé.
- Si la tos es productiva significa que está haciendo por expulsar el moco y no debería ser alarmante.
- Si la tos es seca y no es de garganta, es importante que acudas al médico. También si es una tos que entorpece el sueño.
Y hasta aquí el resumen del directo súper informativo que hice con Ángela. Espero que todo eso os sea de utilidad y, si no tuviste tiempo o no pudiste ver el directo y te apetece, lo tenemos colgado en nuestro perfil de Instagram.
Un abrazo fuerte,
Mireia.
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